Hablar de la razón... de la forma cautelosa en la que encierra...
¡Cuántos calificativos podrían acompañarlos! (Muchos),
Todos perfectamente utilizados dependiendo la ocasión.
Los versos, pensamientos... no alcanzan tus percepciones...
La suavidad de la escritura no logra acariciar tus mejillas...
La dulzura del amor no te alcanza, mis lágrimas no cesan...
Una sonrisa... una sonrisa genuina busco entre la gente,
Mi corazón ya no resiste indiferencias, pierde el ritmo...el sentido.
La fragilidad... nostalgia que penetra en mis sentidos, sensibilidad...
La hermosura se va, la ilusión lucha por continuar en su lugar....
La decepción y desilusión con más fuerza se apodera de mi razón...
y mis sentimientos... difusos, contradictorios, ambiguos... intensos...
La esperanza, tierna esperanza que otorgas una leve caricia a mis pensamientos oscuros,
pensamientos de muerte... soledad.
Las melodías... que estremecen mi todo, estremecen mi mundo...
¿podrán estremecer tu mundo esta noche?
Hablar del corazón... de la forma emocionante en que palpita.
Hablar de la razón... de la forma cautelosa en la que encierra...
Hablar de la despedida... tristeza, nostalgia, desilusión, sólo distancia.
Por favor... ¡no dejes que se apague...!
No opaques la hermosura de tu corazón, la viveza de tus sentimientos,
la calidez y ternura de tu mirada, el amor sincero, la alegría y brillantez de tu rostro...
Consérvalos... ¡te pertenecen!...
Pronto descubrirás que la felicidad es aun mayor e inmensa cuando se es compartida.
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