Una fría tarde de invierno cambié mis percepciones.
Nunca es tarde.
No quería partir sin encontrar la respuesta,
Intenté con más fuerza, me sacrifiqué... luché.
Creí que era persistencia... siempre estuve ahí.
Cobijé entre mis brazos la ilusión,
Alimenté pensamientos erróneos,
Con ímpetu creí en los sentimientos.
Hoy entiendo que no hay nada que entender...
Asumo mi error.
No busco más respuestas, explicaciones, razones...
Un alma libre desea nacer...
No encontró señal alguna... se entristeció
Un alma libre le otorgó una sonrisa...
Ella no juzgó, sólo vivió... se dejó llevar.
Sembrando mis días y cosechando vivencias...
Hoy creo que mi corazón no está adormecido,
Al contrario... late con más fuerza.